• Maíllo García, Adolfo (1983) NOTAS PARA LA HISTORIA SOCIAL DE EXTREMADURA EN EL SIGLO XVIII Cáceres: Institución Cultural El Brocense. Diputación Provincial
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Nota del autor.- Al menos desde la segunda mitad del siglo XV, Extremadura poseía una definida personalidad histórica y psicológica, no obstante su adscripción administrativa a Castilla. A finales del siglo XVI, Pedro de Medina en su libro Las Grandezas y cosas notables de España (Alcalá de Henares, 1595), diseña este minucioso retrato literario de los extremeños:
"Los extremeños sabe todo el mundo que son gente muy recia, de doblados miembros y grandes fuerzas, muy belicosos y feroces, bastos en la disposición de sus miembros. Son muy ricos y bien hacendados, sufridores de trabajos, muy ejercitados en su labor de campo y agricultura. Son gente de buen trato y amistad, pero altivos y arrogantes; précianse de sus fuerzas, son en extremo jactanciosos y ostentativos, de donde suelen emprender cosas temerarias y que parece que exceden del ser natural de los hombres; menosprecian a los otros que no son de su nación, porque piensan que no hay fuerzas en el mundo sino las suyas, ni valientes en el mundo sino ellos"
Y Cervantes en la tía fingida nos definía:
"Los extremeños son como la alquimia, que si llega a plata lo es y si cobre, cobre se queda"
Alonso Gerónimo Salas Barbadillo, en la sabia flora (1907) insiste en la característica de los celos:
"Los que nacimos en Extremadura.. aún retamos de alevosos a los rayos del sol si acaso hieren los rostros de nuestras damas"
Tirso de Molina, abunda en los celos:
"Sí, más los de Extremadura, somos en todo extremados y en semejantes desvelos, hay quien afirma y no es mal, que amor nació en Portugal y en nuestra patria los celos"